
08 Jun
Boca sana, corazón contento: enfermedades periodontales y cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares se relacionan de manera directa con las enfermedades periodontales. La consulta del odontólogo puede convertirse en un elemento para el diagnóstico del riesgo de infarto de miocardio.
Nuestra boca y nuestro corazón están íntimamente ligados a través de las encías, por lo que aquellos pacientes que hayan sido diagnosticados con enfermedad periodontal (gingivitis o periodontitis) tienen entre un 25 y un 50% más posibilidades de sufrir alguna afección cardiaca, con el paso de los años y el avance de la enfermedad, si no se someten a las revisiones recomendadas por su médico.
¿Cómo se establece la unión entre encías y corazón?
La enfermedad periodontal es una infección bacteriana que provoca que las encías se inflamen, se enrojezcan y en los casos más agudos sangren . El problema es que estas bacterias además de alojarse en la boca, pueden entrar en el torrente sanguíneo generando una obstrucción de las arterias o alojándose cerca del corazón lo que puede provocar un coágulo y que este a su vez devenga en un ataque cardiaco.
Relación cardiólogo – paciente – dentista
En caso de que el paciente acuda al dentista con una afección cardiaca ya diagnosticada, es importante que lo ponga en conocimiento del equipo médico. Saber qué es lo que le ocurre y qué medicación toma ayuda al odontólogo a seguir unas pautas y revisiones más estrictas de los pacientes.
Aquellos pacientes que acuden al dentista y se les diagnostica enfermedad periodontal, deben ser advertidos de los riesgos para el corazón que conlleva, llegando incluso a derivarles al cardiólogo para una revisión rutinaria en los casos más graves
Corazón contento a través de una boca sana
El cuidado de la boca es muy importante. Establecer una rutina de higiene con el uso del cepillo de dientes tras veces al día y reforzando con el uso del hilo dental y el colutorio al menos por la noche mejora en estado de las encías. Seguir las revisiones y tratamientos pautados tanto por el dentista como por el cardiólogo hace que el paciente se sienta más seguro y sepa cómo actuar.
El paciente se debe asegurar de que sus médicos conocen sus patologías y la medicación que toman. Esta comunicación asegura un control exhaustivo del paciente y disminuye los riesgos que se pueden presentar.
Los pacientes con problemas cardiacos pueden someterse a cualquier tratamiento dental siempre que informen de manera adecuada a todos los profesionales que les tratan. No existe ningún tipo de inconveniente para que un paciente con problemas de corazón se pueda someter a una operación de implantes, estética u odontología general.
No hay duda de que cuidar y prevenir la salud bucodental y periodontal ayuda a preservar una buena salud cardiovascular. Para estar seguro pida cita en una de nuestras clínicas y nuestros especialistas le harán una revisión gratuita para no correr riesgos. Boca sana, corazón contento.