19 Jul
Qué es un implante dental
Desde Fernando Soria, somos conscientes de lo traumático que supone perder cualquier tipo de pieza de nuestra boca.
Por eso, queremos indicarte qué es un implante dental.
Este tipo de soluciones presentan, hoy en día, una de las mejores opciones para poder mantener una boca completa y con una buena apariencia.
Y es que, por desgracia, la pérdida de dientes es un problema común en la población adulta y puede afectar significativamente a la calidad de vida de las personas.
Sin embargo, gracias a la tecnología y a la inversión en el mundo de la odontología, podemos decir que existen grandes opciones para minimizar cualquier pérdida dental.
Por ello, es fundamental recurrir siempre a la técnica y a la ciencia que nos ayuda a tener una dentadura funcional y con un gran aspecto estético.
Y este es el motivo principal de la creación de este artículo.
Creemos que es esencial comprender con detalle qué es un implante dental, cómo funciona, sus ventajas y desventajas.
Por tanto, si has sufrido una pérdida dental recientemente y no quieres que tu dentadura se vea incompleta, este post te ayudará.
Además, probablemente deseas que las funciones masticatorias y estéticas de tu dentadura no se vean mermadas, por lo que aquí vas a conocer todo lo esencial sobre este tipo de soluciones.
Qué son exactamente los implantes dentales
Los implantes dentales son dispositivos que permiten el reemplazo dental permanente y duradero de dientes naturales.
En consecuencia, se utilizan cuando un paciente ha perdido uno o varias piezas dentales.
Estos implantes están concebidos para reemplazar la raíz del diente perdido y proporcionar una base sólida para una prótesis dental, que puede ser una corona, un puente o una dentadura completa.
En términos técnicos, un implante dental consiste en una pequeña pieza de titanio que se coloca quirúrgicamente en el hueso de la mandíbula o del maxilar, y que actúa como un ancla o raíz artificial.
Una vez que el implante se ha integrado firmemente con el hueso, se puede colocar una prótesis dental sobre él.
Están diseñados para ser duraderos y resistentes, y en muchos casos pueden durar toda la vida del paciente.
La colocación de un implante dental es un procedimiento complejo que debe ser llevado a cabo por un odontólogo especialista o cirujano oral experimentado.
Antes de la colocación del implante, el paciente debe someterse a un examen dental completo y a pruebas de diagnóstico, como radiografías y tomografías.
De esta manera, se puede evaluar el estado de su salud bucal y determinar si es un buen candidato para un implante.
Y esto es un dato importante debido a que no todas las personas son aptas para los implantes.
Por otra parte, el paciente debe tener suficiente hueso en el maxilar o la mandíbula para sostenerlo.
Si no hay suficiente hueso, se pueden utilizar técnicas de regeneración ósea para aumentar el volumen del hueso y mejorar la calidad del mismo.
En definitiva, los implantes, hoy en día, son la mejor solución para reemplazar piezas dentales perdidas.
Origen de los implantes dentales
Quizás te sorprenda saber que el origen de los implantes dentales se remonta a más de 2000 años.
En la antigüedad, múltiples pueblos conocían ya la importancia de mantener una buena dentadura.
Y es que se han encontrado múltiples restos arqueológicos, donde se apreciaban dientes sustituidos por huesos humanos, de animales o marfil.
Lógicamente, esa “solución” primaria nunca fue permanente.
De hecho, no serían pocas las infecciones que se obtendrían al instaurar ese tipo de materiales.
Ahora bien, lo que sí está claro es que el ser humano siempre ha sentido preocupación con la pérdida de muelas y dientes.
Desde prótesis hasta aparatos rudimentarios, el hombre siempre ha luchado por mantener la funcionalidad de su boca.
Sin embargo, hasta la era moderna no lo consiguió.
Si nos centramos en el origen real de los implantes actuales, entonces tenemos que viajar hasta principios del año 1950.
El creador de la implantología moderna fue Per-Ingvar Brånemark,
Este cirujano ortopédico de origen sueco, descubrió en 1952 la osteointegración.
La osteointegración es un proceso natural de unión entre un hueso y un material, en este caso, el titanio.
Y ese descubrimiento fue fortuito, como muchos otros que nos ha dado la ciencia fue clave para el mundo.
Por tanto, su hallazgo demostró que este material era capaz de unirse firmemente al hueso, lo que permitía su estabilidad y funcionalidad.
Desde ese preciso momento, la evolución ha sido imparable.
Sobre todo, en los últimos años gracias a términos de diseño, materiales y técnicas de colocación.
Tipos de implantes dentales
Una vez que sabes qué son estos dispositivos de reemplazo y su origen, queremos hablarte de los distintos tipos de implantes dentales.
En este caso, te vamos a indicar cuáles son algunos de los más populares o extendidos.
Implantes de carga inmediata
Los implantes de carga inmediata son aquellos que permiten colocar la prótesis dental en el mismo día de la cirugía del implante.
Y esto supone una agilidad en el proceso muy importante.
Como sabrás, los implantes tradicionales requieren un período de espera de varios meses.
Ese tiempo es fundamental para permitir que el hueso se fusione con el implante (es lo que llamamos proceso de osteointegración).
Sin embargo, los implantes de carga inmediata permiten colocar la prótesis dental de forma inmediata después de la colocación del implante con total seguridad.
Esta situación se debe a que se aplican técnicas quirúrgicas que permiten una mayor estabilidad primaria del implante y una mayor capacidad de carga inmediata.
Además, se utilizan materiales de alta calidad para la elaboración de la prótesis dental, lo que permite una mayor durabilidad y resistencia.
El implante de carga inmediata se emplea principalmente en casos en los que el paciente requiere una prótesis dental fija y no desea pasar por un largo período de espera para obtener los resultados deseados.
No obstante, no todos los pacientes son candidatos para esta técnica,
Y esto sucede porque para realizar este proceso, es necesario contar con buena cantidad y calidad de hueso para que el resultado sea exitoso.
Implantes removibles
Los implantes removibles son una opción que busca reemplazar todas las piezas dentales perdidas de una persona.
Para conseguirlo, se crea una prótesis para el maxilar superior y otra para el maxilar inferior.
Este tipo se caracteriza por sujetarse, al menos, con dos implantes, pudiendo retirar la prótesis siempre que se desee.
Los implantes removibles son más fáciles de limpiar y mantener que los implantes fijos, porque se pueden retirar para su limpieza diaria.
Por otra parte, son una alternativa más económica para las personas que no pueden costearse implantes fijos.
Ahora bien, también cuentan con ciertas desventajas como que pueden desplazarse ligeramente durante la masticación.
Implantes yuxtaóseos, subperiósticos o subcrestales
Se trata de un tipo de implantes que se ubican por debajo del hueso maxilar, pero por encima del periostio o la membrana que recubre el hueso.
Estos implantes son como pequeños discos que se colocan sobre el hueso y se fijan con tornillos especiales.
Se utilizan en pacientes que tienen una pérdida significativa del volumen del hueso maxilar, ya que pueden colocarse en áreas donde los implantes tradicionales no pueden ser situados debido a la falta de hueso.
Además, suponen una gran solución, puesto que se ha demostrado que tienen una alta tasa de éxito en la integración con el hueso.
Por otra parte, pueden ofrecer una solución efectiva para la rehabilitación oral en pacientes con atrofia maxilar o mandibular severa.
Implantes endoóseos o intraóseos
Los implantes endoóseos o intraóseos son los más extendidos y aplicados en la actualidad.
Se trata de una pieza de metal, generalmente de titanio, que se incrusta en el hueso maxilar o mandibular del paciente.
Al dejarla fijada, actúa como la raíz de la pieza dental artificial que se colocará sobre la misma.
La característica principal de estos implantes es su alta capacidad para establecer una integración o unión perfecta entre la prótesis y el hueso, Es la osteointegración que hemos mencionado anteriormente.
Esto se consigue gracias a la superficie rugosa de los implantes, lo cual favorece el crecimiento óseo en su superficie y permite que se adhiera de forma sólida y permanente al hueso del paciente.
Los implantes endoóseos o intraóseos se colocan mediante una técnica quirúrgica en la que se abre la encía del paciente para acceder al hueso y se procede a su inserción.
Después de la intervención, es necesario un período de recuperación y cicatrización para permitir que el hueso se integre correctamente con el implante.
Una vez que el implante se ha fijado en el hueso, se coloca encima una prótesis dental fija o removible.
Todo esto permitirá al paciente recuperar su función masticatoria y estética dental.
Sin lugar a dudas son una excelente opción para aquellos pacientes que han perdido uno o varios dientes y buscan una solución permanente y efectiva.
Implantes cigomáticos
Los implantes cigomáticos son los destinados para aquellos pacientes que presentan una pérdida grave de hueso en la mandíbula superior.
Y ya sabemos que tener poco dificulta la colocación de implantes dentales convencionales.
Este tratamiento se aplica al hueso cigomático, o también llamado hueso malar o pómulo, en lugar del hueso maxilar superior.
Debido a la densidad y tamaño de este hueso, los implantes cigomáticos constituyen una alternativa viable para aquellos pacientes que no son candidatos para los implantes dentales tradicionales.
Sin embargo, este tipo de tratamiento requiere de un alto grado de habilidad y experiencia por parte del cirujano dental.
Es fundamental que el procedimiento se lleve a cabo por un especialista en implantología y con el uso de tecnología avanzada para asegurar el éxito y la seguridad del paciente.
Implantes angulados
El implante dental angulado es una variación del implante dental convencional que se inserta de forma inclinada en el hueso maxilar o mandibular.
También se les denomina implantes inclinados.
Su nombre viene porque en vez de colocarse en línea recta con la encía y el hueso, se colocan en ángulo para aprovechar mayor cantidad de hueso disponible.
Como es lógico. esta técnica se emplea cuando el paciente tiene poco hueso y no es posible colocar el implante dental de forma recta.
El objetivo es que el implante tenga más contacto con el hueso para que sea más estable.
Por tanto, son indicados para aquellos pacientes que carecen de hueso adecuado o que han perdido una cantidad significativa debido a una enfermedad periodontal o la pérdida dental.
Pueden ser una buena opción para colocar injertos óseos o elevar el seno maxilar en los pacientes que no desean o no pueden someterse a estas técnicas quirúrgicas.
Tipos de implantes según los materiales de fabricación
Existen fundamentalmente dos tipos de implantes según los materiales de fabricación.
En este caso las opciones son:
Implantes de titanio
En la implantología dental, son los más usados y se consideran el estándar por sus magníficos resultados.
El titanio es un material biocompatible y resistente, que permite una osteointegración eficaz.
Implantes de zirconio
Al igual que sucede con el titanio, este material también es biocompatible.
Aparte, su color blanco lo hace más estético.
No obstante, algunos estudios sugieren que la osteointegración no es tan eficiente como con los implantes de titanio.
Ventajas y desventajas de los implantes
Por último, queremos indicarte de manera breve las ventajas y desventajas más destacadas de los implantes dentales.
Ventajas
- Mejora la apariencia y la estética aumentando la seguridad en uno mismo.
- Funcionan como dientes naturales, por lo que podemos comer, hablar y masticar con normalidad.
- Alta durabilidad. Duran años e incluso décadas con un buen mantenimiento.
- Conservación de la estructura ósea. Evitan la pérdida del hueso.
- Sin efectos secundarios. No provocan rozaduras o irritación.
Desventajas
- Coste elevado. No es una alternativa económica.
- Se necesita cirugía, algo que puede frenar a algunas personas.
- Tratamiento prolongado. El proceso completo se puede alargar varios meses.
- Riesgos de complicaciones. Ocasionalmente, se pueden provocar infecciones en el proceso.
- No son aptos para todo el mundo. Personas con enfermedades autoinmunes u otras patologías no pueden realizárselos.
En Fernando Soria somos expertos en implantes dentales.
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